Romanticismo

Si el Neoclasicismo fue un intento de construir un mundo perfecto basado en la Razón, el Romanticismo fue la rebelión que gritó: «¿Y qué pasa con el corazón?». Es el movimiento que se atrevió a explorar todo lo que la Ilustración había intentado reprimir: la pasión, la imaginación, los sueños, la locura, el miedo y la fuerza salvaje de la naturaleza.

El artista romántico ya no quiere ser un educador moral. Quiere ser un héroe individual, un genio solitario y atormentado que expresa sus sentimientos más profundos, aunque sean oscuros y contradictorios. Abandonan la calma del estudio para buscar inspiración en paisajes exóticos, en las leyendas olvidadas de la Edad Media y en los rincones más irracionales de la mente humana. El lema ya no es «atrévete a saber», sino «atrévete a sentir».

• La Decepción de la Razón: El sueño neoclásico de que la razón traería la felicidad se hizo pedazos. La Revolución Francesa no trajo una república de virtud, sino una época de terror y luego las sangrientas guerras de Napoleón por toda Europa. Esto generó un profundo pesimismo y desengaño con las ideas de la Ilustración.
• La Revolución Industrial: La gente empezó a abandonar el campo para trabajar en las nuevas ciudades industriales, que a menudo eran grises, contaminadas y alienantes. Esto provocó una intensa nostalgia por la naturaleza, que ya no se veía como un simple paisaje ordenado, sino como un refugio espiritual, un lugar salvaje y puro no contaminado por el hombre.
• El Auge del Nacionalismo: En contra del «gusto universal» neoclásico, los pueblos de Europa (Alemania, España, Inglaterra…) empezaron a valorar sus propias tradiciones, leyendas medievales y su folklore. El artista romántico ya no mira a Roma, mira a su propia historia, a los castillos en ruinas y a los cuentos de fantasmas de su tierra.

Esta tabla es la clave para entender el «duelo» que vais a representar. Son dos formas opuestas de ver el mundo.

Pintura Romántica: Lienzos Cargados de Pasión y Furia

Abandonando la línea perfecta y la luz fría del Neoclasicismo, los pintores románticos desataron una auténtica tormenta en sus lienzos. La pincelada se volvió visible, rápida y enérgica; el color recuperó su poder emocional, convirtiéndose en la principal herramienta para expresar la pasión; y la luz se tornó dramática, creando atmósferas de misterio, nostalgia o terror.

El objetivo ya no era que el espectador admirara una composición ordenada, sino que sintiera el viento de una tempestad, el vértigo de un precipicio o la angustia de una pesadilla. Cada país desarrolló un Romanticismo con un carácter propio, pero todos compartían el mismo espíritu de rebelión y la misma devoción por el poder del sentimiento. Veamos a sus protagonistas más importantes.

Caspar David Friedrich (Alemania): El Pintor de la Soledad Sublime

• Quién era: El gran maestro del paisaje romántico alemán. Sus obras no son simples vistas, son profundas meditaciones sobre la soledad del ser humano frente a la inmensidad de la naturaleza y de Dios.
• Su Estilo: Composiciones perfectamente equilibradas pero cargadas de misterio. A menudo presenta a figuras de espaldas que nos invitan a contemplar con ellos un paisaje vasto y neblinoso. Inventó el concepto de «lo sublime»: algo que es tan inmenso y poderoso que nos atrae y nos aterroriza al mismo tiempo.
• Obra Clave: El caminante sobre el mar de nubes. Es el icono del Romanticismo. No vemos el rostro del hombre, nos identificamos con él, sintiendo su vértigo y su asombro ante el poder infinito de la naturaleza.

Eugène Delacroix (Francia): El Maestro del Color y el Movimiento

• Quién era: El gran rival del neoclásico Ingres. Delacroix fue el líder del Romanticismo francés, un pintor apasionado que creía que el color era más importante que el dibujo para transmitir la emoción.
• Su Estilo: Pincelada rápida y visible, composiciones llenas de diagonales y movimiento, y un uso del color vibrante y dramático. Sus temas son violentos, exóticos y llenos de energía.
• Obra Clave: La Libertad guiando al pueblo. Es el anti-Juramento de los Horacios. No es una escena ordenada, es el caos real de una barricada. La composición es una pirámide dinámica, llena de humo, movimiento y una mezcla de clases sociales. La Libertad no es una diosa clásica, es una mujer del pueblo, apasionada y real.

Francisco de Goya (España): El Genio de las Sombras

• Quién era: Goya es un artista inclasificable, un puente entre mundos. Empezó como pintor neoclásico para la corte, pero tras la guerra y su sordera, su arte se volvió increíblemente personal, oscuro y visionario. Es un precursor de casi todo el arte moderno.
• Su Estilo: En su etapa final, Goya abandona las reglas y pinta para sí mismo. Su pincelada es brutal, sus colores son oscuros y su temática explora la locura, la superstición y los monstruos que se esconden en la razón humana.
• Obra Clave: Saturno devorando a su hijo. Perteneciente a sus Pinturas Negras, es la personificación del horror romántico. Es una imagen cruda, irracional y terrorífica que explora la locura y el lado más oscuro del mito y del ser humano. Ya no hay ninguna intención de educar o agradar, solo de expresar una visión interior aterradora.

La Huella Romántica en Piedra: Arquitectura y Escultura

El Romanticismo fue, ante todo, un movimiento del sentimiento y la imaginación, por lo que su expresión más potente se dio en la pintura, la música y la literatura. Sin embargo, su espíritu de nostalgia por el pasado y su amor por lo exótico también dejaron una huella profunda en la arquitectura y, en menor medida, en la escultura.

Si los arquitectos neoclásicos estaban obsesionados con la lógica y la perfección de Grecia y Roma, los románticos sentían nostalgia por épocas que consideraban más misteriosas, espirituales y auténticas. Su arquitectura no buscó crear un estilo nuevo y unificado, sino revivir los estilos del pasado, en especial los de la Edad Media. A esta tendencia la llamamos Historicismo.

El objetivo no era la pureza funcional, sino crear edificios que evocaran sentimientos: melancolía, asombro, espiritualidad o patriotismo.

El Estilo Neogótico: La Fascinación por lo Medieval

• ¿Por qué el Gótico? Para los románticos, las catedrales góticas no eran las «bárbaras» construcciones que despreciaba el Renacimiento. Eran la encarnación de la espiritualidad cristiana, del misterio de sus bosques de arcos y del espíritu nacional de sus respectivos países.
• Características: Se recuperan los elementos de la arquitectura gótica:
  • Arcos apuntados (u ojivales).
  • Bóvedas de crucería.
  • Pináculos y torres afiladas.
  • Grandes ventanales con vidrieras.
• Intención: No solo querían imitar la forma, sino recuperar la «atmósfera» medieval. Buscaban construir edificios que tuvieran alma, que parecieran salidos de una leyenda del Rey Arturo.
• Obra Clave: El Parlamento de Londres (Palacio de Westminster) (diseñado por Charles Barry y Augustus Pugin, 1840-1876). Después de que un incendio destruyera el antiguo palacio, se decidió reconstruirlo en estilo neogótico. ¿Por qué? Porque para los británicos del siglo XIX, el gótico era el estilo nacional por excelencia, el que representaba su historia, su tradición y sus valores parlamentarios frente al Neoclasicismo «francés».

Otros Estilos Exóticos y Eclécticos:

El gusto por lo lejano y lo pintoresco llevó a los arquitectos a inspirarse en otros estilos históricos y exóticos:

• Neomudéjar: Muy popular en España, recuperaba el ladrillo y los arcos de herradura de la arquitectura árabe.
• Neorrenacimiento, Neobarroco: Se revivieron otros estilos según la función del edificio.
• Paisajismo y Jardines Ingleses: Incluso los jardines cambiaron. Se abandonaron los jardines geométricos y ordenados «a la francesa» (como los de Versalles) y se pusieron de moda los jardines ingleses, que imitan una naturaleza salvaje y pintoresca, con ruinas artificiales, grutas y lagos sinuosos para provocar la melancolía y la contemplación.

La Escultura Romántica: El Gesto Apasionado

La escultura tuvo un papel menos protagonista en el Romanticismo que la pintura. Muchos escultores siguieron apegados a la perfección técnica del Neoclasicismo de Canova. Sin embargo, los más innovadores buscaron romper esa calma e inyectar a sus obras la energía, el drama y el movimiento del nuevo espíritu.

• Objetivo: Capturar la emoción en su punto álgido. Ya no se representa el momento anterior o posterior a la acción (como en el Neoclasicismo), sino el instante más dramático y tenso.
• Características:
  • Composiciones dinámicas: Llenas de diagonales, giros y torsiones.
  • Superficies con más textura: El acabado deja de ser perfectamente pulido. Los escultores a menudo dejaban las superficies más rugosas para que la luz creara efectos dramáticos de claroscuro.
  • Gestos y expresiones exageradas: Los rostros muestran la pasión, el dolor o la furia de forma explícita.
• El Gran Exponente: François Rude (Francia). Rude es el escultor romántico por excelencia, y su obra maestra es un grito en piedra.
• Obra Clave:La Partida de los Voluntarios de 1792 (La Marsellesa) (Relieve del Arco del Triunfo de París, 1833-1836).
  • ¿Qué vemos? No es una escena ordenada, es el caos de la leva en masa. Un grupo de soldados de todas las edades (jóvenes y viejos, desnudos y con armadura) se lanzan a la batalla guiados por una figura alada (la Libertad o la Patria).
  • ¿Por qué es Romántica?
    1. Movimiento Desbordado: La composición es un torbellino de figuras que avanzan hacia el espectador en una diagonal potentísima.
    2. Emoción Pura: La figura principal no es una diosa serena, ¡está gritando! Su boca abierta, en el gesto que da nombre al himno francés, es la encarnación de la furia, la pasión y el fervor patriótico. Es puro sentimiento, no razón.
    3. Contraste con el Neoclasicismo: Es el anti-Juramento de los Horacios. Si la obra de David era silencio, orden y contención, la de Rude es ruido, caos y pasión desatada. Es el perfecto resumen de la escultura romántica.

Actividad propuesta: El paisaje como emoción

Vamos a convertirnos en un pintor romántico para comprender un poco mejor que era lo que buscaban estos artistas y como lo representaban. En esta ocasión vamos a transformar un paisaje en pura emoción. Empieza por un paisaje sencillo dibujado con lápiz. Algo sencillo y carente de emoción, dibuja con lineas muy ligeras de lápiz. Algunas ideas podrían ser:

• Un pequeño barco en mitad del mar.
• Un árbol en mitad de un campo.
• Una cabaña entre las montañas.
• Un coche en una carretera.

No te detengas mucho en los detalles, no son importantes ahora. Dibuja sólo las líneas básicas del dibujo. Debería quedarte algo parecido a ésto:

Como te decía un poco más arriba, el paisaje en si no es importante. Lo importante es la sensación que pretendemos transmitir. A continuación elige una emoción que transmitir con tu dibujo, no tiene porque ser algo que sientas en este momento. Tan sólo elige una emoción: alegría, tristeza, rabia, misterio, soledad, terror… Apunta detrás de tu dibujo esa sensación.

Ahora piensa en como podría la naturaleza transmitir esa sensación. ¿Qué colores tendría? ¿Sería una escena tranquila o agitada? Transforma tu dibujo para que concuerde con la emoción que pretendes transmitir. No te preocupes por los colores, en la naturaleza puedes encontrar mares de un rojo intenso en una puesta de sol, árboles rojos y amarillos en otoño. Utiliza la forma de colorear para transmitir emoción. Trazos rectos y horizontales para transmitir calma, lineas curvas para transmitir movimiento, zigzag para transmitir inestabilidad y energía.

Los pintores románticos adoraban el pasado y trataban de transmitir como la naturaleza es más poderosa que el hombre. Puedes incluir unas ruinas en tu dibujo, o un espectador, tal vez una pequeña figura rodeada por una naturaleza abrumadora. Dibújala de espaldas, tal vez como una pequeña silueta que contempla o sufre la escena.

El último paso sería hacer una pequeña exposición en clase y comparar tu dibujo con el de tus compañeros de clase. ¿Qué emociones se pueden encontrar? ¿Cómo se han transmitido? ¿Han adivinado tus compañeros de clase la emoción que pretendías transmitir con tu dibujo?