¿Alguna vez has mirado a las nubes y has visto la forma de un dragón? ¿O has pensado que los faros de un coche parecen unos ojos enfadados? ¿Te ha parecido que un enchufe te mira con cara de sorpresa?
Si te ha pasado, ¡enhorabuena! Has experimentado la pareidolia.
La pareidolia es un fenómeno psicológico muy común en el que nuestro cerebro encuentra patrones reconocibles (como caras, animales u objetos) en lugares donde en realidad no los hay. Es un tipo de «ilusión óptica» creada por nuestra mente. Nuestro cerebro, que es una increíble máquina de buscar patrones, a veces ve figuras en estímulos visuales aleatorios como una mancha en la pared, las vetas de la madera o el humo.

¿Por Qué Nos Pasa? La Ciencia Detrás de la Ilusión
La pareidolia no es un error de nuestro cerebro; es una señal de lo increíblemente bueno que es haciendo su trabajo. Hay dos motivos principales por los que ocurre:
Supervivencia Evolutiva: Durante miles de años, la supervivencia humana dependía de nuestra capacidad para reconocer patrones rápidamente. ¿Esa sombra entre los árboles es un depredador o solo una roca? ¿La persona que se acerca es un amigo o un enemigo? Nuestro cerebro evolucionó para ser hipersensible a la hora de detectar caras. Prefería cometer el error de ver una cara donde no la había (un falso positivo) a no verla cuando sí estaba ahí (un falso negativo que podía costar la vida).

El «Superpoder» de Reconocer Rostros: Tenemos una parte específica de nuestro cerebro (el giro fusiforme) dedicada casi exclusivamente a procesar rostros. Esta área es tan activa y eficiente que a veces se «dispara» al ver formas que se parecen vagamente a una cara, como dos puntos y una línea debajo (dos ojos y una boca).

La Pareidolia en el Arte: De Mancha a Obra Maestra
Aunque es un fenómeno psicológico, la pareidolia ha sido una de las herramientas más poderosas para la creatividad artística a lo largo de la historia. No es un simple truco mental, ¡es una fuente de inspiración!
Leonardo da Vinci: El genio del Renacimiento recomendaba a sus estudiantes que se sentaran a mirar manchas de humedad en los muros. Decía que en ese caos de formas aleatorias podían encontrar inspiración para batallas, paisajes y figuras humanas. Estaba, sin saberlo, describiendo cómo usar la pareidolia como una técnica creativa para vencer el bloqueo de la «página en blanco».

El Surrealismo: Movimientos artísticos como el Surrealismo usaron la pareidolia de forma intencionada para explorar el subconsciente. Artistas como Salvador Dalí con su «método paranoico-crítico» o Max Ernst con sus «frottages» (frotar un lápiz sobre un papel puesto encima de una superficie con textura) utilizaban estas técnicas para encontrar imágenes ocultas y crear mundos oníricos y sorprendentes.

El Diseño de Personajes Hoy: Los animadores y dibujantes usan constantemente la pareidolia. ¿Cómo consiguen que una lámpara (Pixar) o un coche (Cars) tengan personalidad? Dándoles rasgos que nuestro cerebro interpreta como una cara. Usan la pareidolia para crear empatía y hacer que los objetos inanimados cobren vida.

Actividad propuesta
Vamos a practicar con la pareidolia en nuestro bloc de dibujo. La actividad es muy sencilla, en primer lugar, abre tu bloc de dibujo en una hoja en blanco y con un lapicero y sin apretar mucho, dibuja líneas al azar con los ojos cerrados. Si, has leído bien, con los ojos cerrados. Se trata de hacer líneas sin sentido, al azar. No intentes dibujar nada, sólo mueve tu mano libremente intentando que las líneas cubran toda la hoja. En este paso es muy importante hacer líneas muy flojas, apenas visibles. Lo ideal sería utilizar un lapicero H ó 2H, como si acariciaras el papel con la punta del lapicero. El resultado debería ser algo parecido a esto de aquí abajo.

Ahora observa con atención tu maraña de líneas con detenimiento. Tómatelo con calma. Intenta adivinar formas en esas líneas. ¿Qué ves? ¿Caras? ¿Animales? ¿Objetos? Allá donde veas algo reconocible, marca con un rotulador o bolígrafo negro su contorno. Cuando hayas acabado, mira a ver si alguna de las líneas dentro de ese contorno también forman parte de tu dibujo. ¿Hay un ojo o una boca? Si puedes aprovecharlo, repásalo también con rotulador o bolígrafo.
A continuación borra el lápiz del interior de las siluetas y complétalas coloreando y dibujando lo que has visto en ellas. En esta parte puedes usar rotuladores, lapiceros de color o ceras. Trata de hacer tus dibujos todo lo perfectos que puedas.
